Si te aceptas y te sientes cómoda en tu cuerpo, la autoestima en relación con tu cuerpo aumentará. No hay un solo hombre que no sucumba ante una mujer segura de sí misma, aunque no tenga los atributos de una modelo de portada de revista.

Es cierto que hay mujeres que nacen con sex appeal o con una coquetería propia, que no es actuada ni comprada, que definitivamente hace que los demás vean algo atractivo e irresistible en ellas. Sin embargo, para aquellas mujeres que a cada paso por el espejo se critican sin misericordia, les tenemos una mala noticia, nada hará que se vean mejor sino cambian la figura que de ustedes tiene su mente. Ser una mujer sensual es una característica con la que la naturaleza nos dota. No es algo que no tengas tú. Puede que por prejuicios , educación, baja autoestima, por influencia de los medios de comunicación o por la envidias de dos tres cercanas a ti, hayas decidido esconder en lo más recóndito de tu ser.

Pero ojo, puedas sacarla a la luz. ¿cuesta dinero? ¡para nada! Sólo debes comenzar a aceptar que la personas que tienes frente al espejo eres tú y que te aceptes como eres. Deja de pelear con la forma de tus piernas, el tamaño de tus glúteos, con tu cintura, con tu busto.
Si tienes el presupuesto para acudir a un cirujano plástico, verifica antes que sea un profesional seguro; sino, entonces debes saber que este camino es el más barato, el más fácil y el que más retribuye a largo plazo, porque disfrutarás de él todo lo que te resta de vida: el camino de la autoaceptación.

Lo primero: equilibrio interior
Cualquier persona puede ser sensual, y sólo se requiere para eso tener la autoestima en su lugar, ni muy arriba ni muy abajo. Saber qué quieres para ti y cuál es la personalidad externa que vas a construir para ti. Busca tus mejores atributos. Si no te ves ninguno entonces consulta con algunas personas de confianza.

Si lo logras asertivamente y sin azotes, producto de esto, tú magnetismo personal aumentará y te volverás una persona. Potencia esa sensualidad mejorando tú manera de vestirte, de hablar y sobre todo de moverte... No se trata de invertir grandes cantidades de dinero, sino que te sientas segura con lo que vistes, que sepas que para ti, la belleza que posees es parte de un todo que está integrado por la mujer que eres y por la que otros ven.
No es cuento, si te sientes sexy, transmitirás ese concepto y te verás así.