A todas nos llega el momento en que apasionadamente hemos deseado sacarle jugo a nuestros encantos para mantener vivo el amor con el compañero de vida. Decidí compartirte mis reflexiones; tal vez encuentres aquí alguna buena idea.

De entrada te digo que tal vez sea demasiado proponerte una vida sexual nueva, pero sí puedes hacer mucho para que el sexo sea cada vez mejor y mejor y mejor. Sabemos que, cuando lo conseguimos, el placer que experimentamos es indescriptible. Si lo has probado y has salido victoriosa, te propongo que pongas manos a la obra.

Yo he decidido no obsesionarme con llegar al orgasmo; me he dado cuenta de que así te relajas y te concentras en otras actividades placenteras que pueden acercarte más a tu pareja. Prueba sólo acariciarle por el placer de hacerlo, o besarle, o bailar con él. Dejar de pensar en el orgasmo te libera de la pres ión , y el sexo sin presión es realmente fantástico. Te permite tener nuevas sensaciones placenteras.

La vida sexual es un intercambio de gratificaciones, aunque esto no significa que los dos tengamos que sentir el mismo placer, en la misma intensidad. En ocasiones es mejor dar que recibir: produce más bienestar. Lo que no es conveniente es someterte a los deseos del otro con tal de evitar una pelea en el momento o en el futuro. El acuerdo siempre es posible entre dos personas que tienen una relación amorosa. Pon en marcha tu imaginación y seguramente encontrarás una solución alternativa que suponga a la vez un importante cambio en tu vida sexual.

Intenta hacer algo para sentirte más atractiva. Seguro que esto ya te lo has propuesto muchas veces, igual que yo, y estarás de acuerdo que cuando lo consigues la sensación de ser sexualmente atractiva ha contribuido a un mayor disfrute porque recuperas confianza en ti misma. Prueba y cómprate ropa sexy que te vaya bien, y ¿por qué no?, cambia el color y el corte de tu cabello; aun cuando parezca una tontería, te sentirás otra. No te molestes si hombres no conocidos se sienten atraídos por ti, estás poniendo a funcionar la libido. Es un buen aliciente para mejorar tu vida sexual.


Recrea la emoción de tu primer encuentro. La razón de que nuestras primeras experiencias sexuales sean tan intensas es porque estábamos muy emocionadas. Recrear esa sensación puede ser un buen método para volver a conseguirlo de vez en cuando. Haz algo nuevo, inesperado, con esa persona a la que conoces bien; esta es una buena clave para mejorar las relaciones sexuales. Inventa, improvisa, fantasea.

Imagina cómo y cuándo será la próxima vez, habla de esto con tu pareja, deséenlo juntos, inventen escenarios, escápense a un hotel, como al principio, o escápense un fin de semana. De cierta manera es como si prepararas una cita: “primero tomaremos una copa, luego quizá platiquemos un poco...” Coloca flores en la habitación, ponte el perfume que más le gusta, o el camisón con el que tuvieron esa noche tan fantástica. La idea es recuperar el sentido lúdico que debe regir las relaciones sexuales.


Olvida el pudor y cuéntale cómo lo quieres. A todas nos cuesta decir algunas cosas, sobre todo cuando es de sexo. Pero también es cierto que muchos recelos y desencuentros sexuales sólo se pueden arreglar si se habla del tema. Aviéntate y díselo; escoge el momento en que ambos estén relajados. A él le va a parecer muy estimulante que tomes la iniciativa, y así disfrutes más. Pide lo que quieres y se te concederá.

Los besos son una especie
de termómetro en una relación; cuando las relaciones se estancan, los besos cesan y es lo que más echamos de menos. Así que sorpréndelo y bésalo en donde sea y a la hora que sea; cambia un poco y en lugar de decirle que lo amas, bésalo.
Habla con él de sexo a menudo, no te limites: si viste una película, coméntala con él; si una amiga te hizo la reseña de su noche romántica y te contó posiciones que ni en el Kamasutra vienen, coméntalo con él. Quién sabe, tal vez se rían juntos, o tal vez las prueben.