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Musiquita

lunes, 9 de octubre de 2006

a 9 años...

precisamente hoy 9 de octubre de 2006 se cumples 9 de que el puerto de acapulco fuera debastado por el huracan "paulina" en lo personal, mi vivencia no fue del todo agradable pues yo en ese entonces en 1997 vivia en ciudad renacimiento o "rena york" lo que hoy viene siendo la colonia mas grande de acapulco, de ahi que se llame ciudad renacimiento debido a que viene siendo como otra ciudad de tan grande que esta (sin descartar al nuevo acapulco diamante que esta rumbo al aeropuerto que casi se le asemaja en magnitud).
resulta que ese dia era el aniversario de la primaria donde yo iba en la "jaime torres bodet" mejor conocida como la "4" pues ese era el numero, pero bueno, la primera que se percato del incidente fue mi hermana pues ella se habia levantado como a las 5:30 por que segun ya se iba a la secunadaria cuando de repento les hablo a mis papas y les dijo que se estaba metiendo el agua, entonces mi mama y mi hermana empezaron a querer sacr el agua con un jalador, cosa que seria inutil, por que el nivel del agua seguia subiendo de una manera impresionante a tal grado que nos tuvimos que levantar mi hermano y yo a empezar a alzar las cosas y a subirlas en un lugar alto (la cama, seguramente ahi no le iba a llegar el agua, que error!) y asi empezamos a resguardar lo mas importante como papeles, aparatos electricos, libros, ropa y todo lo mas que pudieramos salvar, para ese instante el agua ya habia bloqueado la puerta del garage y practicamente nos habiamos quedao atorados, mientras que el agua en la calle corria como si relamente fuera a pasar por ahi un trasatlantico de una manera brutal veiamos como los refrigerdores y tanques de la casa empezaron a flotar dentro de la misma, y es que en ese entonces tenia una miscelanea y ya se imaginaran el monton de cosas flotando por doquier y para eso ya estaban en la casa unas vecinas (de la casa de un lado) quien anteriormente nos habian hablado para pedirnos auxilio o cuando menos para pasarse a nuestra casa por que en la de ellas la cosa estaba peor y peor estuvo que se pasaran pues de nada les sirvio por que a nostros tambien nos fue como en feria aunque si nos ayudaron bastante al momento de recoger las cosas y a la pasada, lo unico que nunca me agrado aparte de todo fue que ellas tenian un niño de mas o menos unos 5 años en ese entonces quien en ese momento se le ocurrio hacer "popo" y nosotros en la desesperacion y la impresion del momento pues realmente nadie queria ni podia atenderlo asi que se tuvo que hacer "ahi" y ya se imaginaran andar casi casi nadando entre el excremento del mocoso, cosa que para ser sincero me valia un comino en ese rato mi unico objetivo era el de salvar lo que se pudiera y por supuesto la vida, asi que llego el momento en que mi hermano y yo (bueno, mas el) tuvimos que salirnos a amarrar la camioneta que en ese entonces teniamos y con los fuerte que estaba la corriente y lo peligroso, aparte de que hacia un aire tremendo que hasta nos tuvimos que amarrar de la reja de la tienda para no ser llevado y medienate una maniobra relmente dificil logramos amarrar el vehiculo como pudimos y ponerlo a salvo antes de que la corriente se lo llevara, finalmente llego el momento de la gran huida, de escapar, de salirnos de la casa (cabe señalar que la puerta estaba atorada y para ese entonces era imposible salir) y la unica alternativa que teniamos mi mama, mi papa, mi hermana, mi hermano, yo, mis dos vecinas y su hijo era el huequito de la tienda por donde despachabamos realmente creiran que podriamos pasar o mas bien salir por un huequito de 30 x 30, pues aunque no lo crean y hasta la fecha me pregunto como fue que hizimos eso, pues relamente por ahi salimos todos incluyendo mi vecina que estaba llenita y mi papa que en ese entonces estaba convaleciente de una operacion de una fractura de tibia y perone y con una placa de platino con 8 clavos atornillados, entonces realmente ya imaginaran la tremenda hazaña que tuvimos que hacer y gracias a la ayuda de los vecinos lo pudimos sacar y pasar del otro lado de la calle hacia la casa de nuestra vecina de enfrente ya que ella tenia (¿o tiene?) su casa de 3 pisos y de hecho la mayoria del andador ahi nos fuimos a refugiar durante varios dias despues y a vivir como pudieramos. y bueno a asi termina tesmonio en vivo sobre lo que ocurrio realmente la madrugada del 9 de octubre de 1997 en el puerto de acapulco, sin saber que aunque nosotros lo hayamos perdido todo economicamente hablando, pues fuimos afortunados en salvar la vida todos completitos sin saber lo que habia pasado en otras partes de la cuidad donde realmente estuvo mas feo y donde verdaderamente "paulina" dejo sentir todo su potencial que traia. acontinuacion un reportaje sobre loq ue ocurrio el 9 de octubre en la colonia palma sola (bueno, cerca de donde vivo) que fue la zona que mas resulto dañana economicamente y humanamente hablando pues es en esta zona en donde se cuentan las historias que el agua arraso llevandose casas y familias enteras.

Las historias del huracán Paulina en la Palma Sola, tan vivas como hace nueve años


La calle Palma Sola que iba desde la avenida Ruiz Cortines en línea recta hasta los límites con el parque nacional El Veladero a un costado del río del Camarón, ya no es la misma; la ruta fue modificada por el huracán Paulina hace nueve años, al igual que la vida de muchas familias que utilizaban esta arteria para salir y entrar a sus casas.Las direcciones cambiaron porque el “aguacero” de la madruga del 9 de octubre de 1997 se llevó todo, la calle, las casas, los muebles, los álbumes familiares, las actas de nacimiento, las credenciales y hasta familias. Todo lo arrastró la corriente de un arroyo que “nunca crecía”.La calle Palma Sola se quedó trunca, unos 200 metros adelante del Centro de Actualización del Magisterio (CAM) se convierte en arroyo y el nivel de lo que fue la calle desciende a 2 metros de profundidad, en el fondo hay piedras, arbustos y basura. Ya no pasan los carros por allí.Lo que fueron las banquetas, ahora son los tubos del colector de drenaje que sirven como andador a las familias que aún permanecen junto al cauce de uno de los brazos del río del Camarón.Allí están las víctimas, las que perdieron su casa, las que perdieron a sus hijos, los que se inundaron y hasta los que fueron indemnizados para que dejaran de vivir en una zona de alto riesgo.Fiel a la avenida Palma Sola sigue Damiana Cruz Gallegos, a quien dos de sus siete hijos se los llevó la corriente del río Camarón. También Silvia Castillo vio cómo el lodo aplastó a una familia y Yolanda Mondragón Juan vio cómo su casa fue arrastrada por la corriente de un río que nunca crecía. Todos a nueve años de aquellos hechos aseguran que no abandonarán sus casas.El recuerdo está presente en la memoria de la gente: los vecinos arrastrados por la corriente, el viento que soplaba con fuerza aquella madrugada, el ruido del agua que subió intempestiva y los gritos de miedo. Pero son más los recuerdos que mantiene a estos vecinos fieles a la avenida Palma Sola porque han vivido allí por más de 36 años, cuando “todo era monte”.Las familias en riesgoA partir de aquella fatídica fecha, la cultura de Protección Civil en Acapulco ha sido otra. La Dirección Municipal de Protección Civil, tiene dividido al puerto en 20 zonas geográficas para operar acciones en caso de contingencias ocasionadas por un fenómeno natural como los huracanes.En estas 20 zonas, de acuerdo con el censo más reciente de la dependencia –elaborado entre febrero y agosto de este año– habitan 11 mil personas que se ubican en zonas de alto riesgo.Las zonas donde está el mayor número de habitantes en sitios de alto riesgo son la 4 que corresponde a la colonia Nueva Era; la 11, que corresponde a Farallón; la 17 ubicada en La Sabana, la parte alta conocida como Los Manantiales y la 8 de la Barranca de la Laja.“Todas las familias ya fueron notificadas de que están en zonas de alto riesgo” presume la Dirección Municipal de Protección Civil y asegura que el numero disminuyó “de 15 mil a 11 mil personas”.Para no olvidarVecina de la avenida Palma Sola desde hace 20 años, la pregunta sobre el huracán Paulina toma por sorpresa a Damiana Gallegos Cruz; eran las 2 de la tarde y estaba lavando en su casa cuando se le pidió hurgar entre los recuerdos de quien ha sido su vecino por muchos años: el río del Camarón.“¡Ya hasta se me había olvidado!” exclamó con sorpresa, aunque no necesita de mucho tiempo para encontrar en su memoria y relata directa la desgracia, sin introducciones ni lamentaciones: “se llevó a dos de mis hijos y a mi nieto”. No menciona al río ni al huracán como culpables porque está segura de que el culpable está identificado por todos.Su hijo de 21 años, llamado Jesús Hernández Gallegos, estaba casado y con él vivían su hijo de tres años de edad, su hermana Mireya de 11 años y su esposa, que fue la única que sobrevivió al huracán. Quedó enterrada en el lodo hasta el pecho. La casa y las pertenencias se las llevó la corriente.Doña Damiana comenta que su hijo vivía “más arriba”, “donde hizo más feo” sobre la misma avenida; y a pregunta expresa asegura que no tiene miedo a pesar de que la distancia que separa su casa del cauce del arroyo es de un metro.Los testigos Silvia Castillo vive en Palma Sola desde hace 17 años y fue testigo de cómo una casa aplastó a una familia; tiene un pequeño puesto donde vende productos de primera necesidad que está ubicado a un costado de lo que fue la avenida y ahora es el cauce del río.El canal tiene piedras, arbustos y basura acumulada a los costados, hace nueve años, cuando el río era calle, el puesto donde vende Silvia Castillo se llamaba Miscelánea Memo, la corriente del río no lo arrastró; sólo amaneció sepultado por el lodo, la mercancía flotaba y los dos refrigeradores que almacenaban refrescos y cervezas se dañaron.Ella no vendía allí hace nueve años; vivía en una casa de madera, sobre la avenida, en la parte que dejó de ser calle para convertirse en el cauce. Doña Silvia afirma con devoción que a su casa no le pasó nada el 9 de octubre: “por allí pasó la mano de Dios; a mi casita de madera no le pasó nada”.La experiencia la hace sentirse segura. Del fuerte aguacero de esa madruga recuerda que unos vecinos de apellido Tumalán gritaban, recuerda que dejaron su casa “porque la sintieron insegura o no sé y se fueron a una casa de material”.“Pero no tenía las columnas bien puestas, el muro estaba hecho de costalillas llenas de tierra” como para entender el por qué la casa se derrumbó y se la llevó el agua. A la casa que dejaron por sentirla insegura “no le pasó nada”.La atención a sus clientes no le permite abundar en la historia y cuando se le pregunta si ella se siente segura en su casa a pesar de haber vivido esa experiencia y ver cómo la corriente arrastró una casa y mató a una familia dice “yo creo que eso ya pasó y no va a volver a pasar”.No a la reubicaciónYolanda Mondragón Juan recuerda que le ofrecieron reubicarla “en una casa por El 30, un cuartito y una cocinita y no me gustó”. Vive desde hace 36 años a unos 200 metros adelante del actual Centro de Actualización del Magisterio (CAM), donde la avenida Palma Sola se convierte en arroyo y el nivel de lo que fue la calle ahora es un barranco.Su casa se la llevó la corriente, sólo quedó un cuarto sepultado por el lodo, adentro había una estufa que no era suya y un poste luz que arrastró el río.El 9 de octubre “ocurrió algo raro” recuerda; primero se escuchó el aire correr con mucha fuerza, después vino un momento de calma y empezó a llover muy fuerte.El agua empezó a meterse en su casa y cuando el nivel “subió más” decidió salir de su casa y desde la casa de un vecino, ella, su esposo y sus cinco hijos vieron cómo la corriente del río del Camarón cubrió su casa hasta derrumbarla.No aceptó ser reubicada, y aunque no se siente segura donde vive no ha pensado irse, “aquí somos bien conocidos, a mis hijos los conocen todos y en otro lado no nos sentiríamos igual”.En cambio, los vecinos a su alrededor se fueron; comenta que las casas de doña Cata, Elena, Oli, Tina y de una comadre están vacíos, cubiertas de monte, la casa que estaba frente a su vivienda y que no le pasó nada fue destruida y ahí se hizo un parque.Doña Yolanda conserva dos álbumes con fotografías donde está la historia de la reconstrucción de su casa. Entre los muros destruidos por la el huracán Paulina tiene la foto de la cena de Navidad de 1997, sólo un cuarto que se cubría con una red de malla ciclónica y cortinas.A nueve años, su casa ya tiene tres cuartos, es de un sólo nivel con lamina de asbesto, ha construido una barda y el terreno se hizo más chico.

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