La primogénita de los Príncipes de Asturias, la infanta Leonor, cumplió el martes su primer año de vida ajena a la curiosidad que ha despertado el embarazo de su madre Letizia, que dará a luz en primavera al segundo hijo de la pareja.

La infanta Leonor de Borbón y Ortiz, que nació una lluviosa noche del 31 de octubre del 2005 mediante cesárea, soplará su primera vela en una fiesta familiar en la residencia de los Príncipes de Asturias, aunque la Casa Real distribuyó a la prensa fotos de la niña con motivo de su cumpleaños.

La séptima nieta de los Reyes de España ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono de la corona española, aunque para que eso ocurra es necesario que antes se reforme la constitución.

La carta fundamental vigente da preferencia a los hombres frente a las mujeres en la sucesión, por lo que Leonor sólo heredaría el trono si no tuviera un hermano varón, como ya ocurrió con su padre, Felipe, que desplazó a sus hermanas, Elena y Cristina, mayores que él.

El gobierno anunció tras el nacimiento de la infanta que acometería "sin precipitaciones" las reformas constitucionales necesarias para acabar con la discriminación por género en la Casa Real.

La llegada ahora de un varón aceleraría los trámites de reforma, que requiere del apoyo de dos tercios de las Cortes y la convocatoria de elecciones. El nuevo Parlamento tendría que aprobar la reforma luego con mayoría de dos tercios y después someterla a referendo.
Mientras todo ello ocurre, Leonor crece como una niña más de su edad, rodeada de cuidados y mimos.

La niña ya da sus primeros pasos tomada de la mano y balbucea "papá y mamá," aunque es "agua" la palabra que dice con más claridad, según contó su padre Felipe en sus últimos actos.